[HDC] Problemas En la Ciudad Terrorista

En algún lugar de una ciudad muy pequeña, se podía observar a un detective en su oficina sosteniendo un cigarrillo. Un tipo flaco, apuesto, con la misma mirada de preocupación con la que encaraba cada uno de sus casos.
- ¡Raiden! ¿Desde cuándo fumas? - le dijo una voz finita pero imperativa
- Me vas a matar del susto, Tydo - dijo sarcásticamente el detective a su jefe, quien sostenía una taza de café con su mano - ¿y vos desde cuando tomas café?
- Desde siempre, ¿nunca lo notaste?
- La verdad que no, me acostumbré a verte con una botella de ron.
- El alcohol me mantiene tranquilo y me permite pensar mejor, como a vos el cigarrillo.
- ¿Si? Pensé que te dormía y atontaba. Además yo no fumo, debe ser del agente Prince.
- Puede ser, a propósito, ¿dónde está?
- ¿Te acordás del caso Aim?
- Si, ¿qué hay con eso?
- Aún no se resolvió, pero él ya está consolando a la víctima en su propia casa.
- Nunca pierde el tiempo. En fin, es raro verte por acá a esta hora, son las 2 de la mañana.
- Es que tengo un mal presentimiento, como si se me estuviese escapando algo.
- Dejate de joder, anda a dormir un rato dale.
- ¿Y vos?
- Este horario es en el que mejor laburo
- ¿En algún momento dormís?
- Solo cuando no estoy trabajando. - dijo Tydo con una sonrisa.
Se saludaron, y Raiden se fue hacia su auto, con la mente cansada, sin darse cuenta de que aún tenía el cigarrillo en la mano, lo guardó en la guantera, y se dirigió a su casa por la calle Uptown, que solía estar con menos tráfico debido a los barriles que dejaron a lo largo de la calle los empleados de Solunet, en señal de protesta por falta de pagos y la mala calidad en el servicio.
Una vez llegado a su casa, revisó el teléfono celular y encontró 3 llamadas de un número que él no conocía, quiso devolver el llamado pero nadie atendía, por lo tanto le restó importancia y se acostó a dormir.

8:30 am del día Martes, la iglesia Downsouth ya había dado sus campanadas a dos cuadras de su casa, pero él las ignoró completamente. Era su día libre, el cual aprovechó para pasear por la ciudad con su perro y hacer compras. En el camino se encontró con mucha gente que lo saludaba, ya que al ser el detective de la ciudad, era un hombre muy conocido.
- Buenos días detective
- Buenos días Faqundo, ¿cómo estás?
- De maravilla, yendo a trabajar como se debe
- Me alegro, espero no tener que mandarte otro muerto al cementerio Westwood esta semana
- Realmente espero que no lo hagas, está todo muy tranquilo en el trabajo últimamente.
- Si, demasiado raro, desde el caso del jihadista que quiso asesinar al intendente Shiobi no hubo nada interesante.
- Ese loco de Dread Ala, le falló el explosivo y se suicidó de un tiro en la cabeza, ¿Por qué no intentó matar al intendente con el arma?
- Hay cosas que es mejor no saberlas Faqu
- Por algo nos llaman "La ciudad de los problemas terroristas"
- Eso es para vender humo
- Si, pero qué bien suena ¿no? Que tengas un buen día Raiden
- Lo mismo digo, mandále saludos a tu mujer.
- serán dados, adiós. - dijo sonriendo
El perro esperaba sentado a que su dueño termine de charlar, hasta que salió una perra del almacén "El Sanjuanino", en cuanto la vió, corrió tras ella por lo que Raiden tuvo que ir con él para frenarlo.
- ¿Estás teniendo problemas con eso? - dijo entre risas una voz dentro del almacén
- Me causa más problemas que los asesinos y ladrones - dijo mientras elegía verduras para llevarse.
- Sabés que si llegan a cruzarse no va a quedarte ningún cachorro gratis, ¿verdad?
- Claro que lo sé, no se te pierde de vista un centavo, Sanjuanino
- De algo hay que vivir, yo solo cuido lo mío - al escuchar esto, un hombre morocho sentado detrás de él, emitió un sonido como de burla.
- Tu almacén y tus departamentos no van a mantenerse solos - dijo Raiden
- ¿Cuáles departamentos? - se sorprendió
- No me tomes por boludo, esos dos que tenés en "4 torres"
- Bueno, ¿con dos cachorros vas a estar bien?
- No voy a dejar que mi perro esté con tu perra mugrosa, gracias por la oferta, hasta luego.
Camino a casa, sonó su celular, era el mismo número que ayer le había dejado 3 llamadas perdidas.
- ¿Hola?
- ¿Estas solo? - dijo una voz un poco ronca que reconoció al instante.
- Si Fazio, ¿Tenes algo nuevo?
- No digas mi nombre por teléfono.
- Nadie nos está escuchando barba, ¿te agendo con este nuevo número?
- No creo que debas, posiblemente vuelva a cambiarlo, no estoy en una buena posición, las cosas se están complicando arriba.
- Nunca estás en una buena posición, ¿A qué se debe tu llamado?
- Por dónde empiezo... Solunet no tiene intenciones de pagarle a su gente, el intendente no está en condiciones de resolver ese problema ya que hay otros por los que está más preocupado.
- ¿Que otros? ¿Se supone que mi oficina debe encargarse de una empresa que no paga? Yo no puedo hacer eso
- Claro que podes, pero no a través de tu oficina, algo extraoficial.
- Entiendo, ¿Algo más?
- Hay muchos comentarios de que la droga está ingresando sin problemas a la ciudad, alguien la está recibiendo y no podemos saber quién es, ni dónde la tiene.
- Entendido, ¿Cuando tenga novedades me comunico con vos?
- No, yo te contacto.
- pero... - Fazio cortó la llamada
Así terminaba la mañana tranquila del detective, quien volvía a su casa con su clásica cara de preocupado a cocinar unas sabrosas chuletas con verduras.
Mientras cocinaba le llegó un mensaje:
Prince: ¿vas a venir a trabajar hoy? 
Raiden: es mi día libre
Prince: los buenos policías no tienen día libre
Raiden: los buenos policías no se cojen a cada ciudadana que hace una denuncia.
Prince: además de mal policía, envidioso, ¿nos vemos esta noche?
Raiden: así es, como siempre.
Todos los martes iban a cenar junto con Tydo, quien terminaba borracho en cada una de las cenas,
y esta no iba a ser la excepción.
Al llegar al bar "El Dorado", sus compañeros lo estaban esperando en una mesa con cervezas y maní
- Cambiá la cara, ya terminó el horario laboral - le dijo Tydo
- Vos más que nadie sabés que nunca termina - respondió Raiden
- ¿Y qué tal tu noche de ayer con Valen, Prince? - preguntó Tydo
- Bien, pude sacarle bastante información - respondió
- ¿Sí? ¿Movió mucho los labios? - dijo el detective
- Hablo en serio, tengo nueva información respecto del sospechoso. - respondió Prince ofendido
- A ver, contanos - dijo el jefe.
- Le habla por WhatsApp y por Instagram, le dice que la quiere conocer, es un tipo musculoso, más o menos fachero. Hasta ahí todo bien, el problema es que ella es menor, y cuando hablaron le insinuó que no le diga nada a los padres sobre él.
- Lo más probable es que sea otro pedófilo, hay varios acá
- Eso no es lo más raro Raiden, hay otro detalle, dice que es policía.
- Si hubiese un solo policía con ese físico en esta ciudad, lo conoceríamos.
- Sí, obvio que no es policía, pero ¿de dónde carajo sacó uniforme y placa? - preguntó Prince mostrando fotos de Aim.
- Hijo de puta - dijo Tydo en voz baja
Raiden pensó por un minuto y preguntó:
- Prince ¿vos fumas?
- No, detesto el cigarrillo.
- Nadie más tiene acceso a mi oficina, y había un cigarrillo que ninguno de nosotros 3 dejó ahí.
- ¿Decís que entró así de fácil y sacó cosas de la policía?
- No, no pudo haber hecho eso - respondió Tydo.
- Pero puede ser que un policía lo haya ayudado, tenemos un traidor en la fuerza que le dio las cosas, o lo dejó pasar, pero ¿cómo ingresó a mi oficina? - preguntó Raiden
- Voy a averiguar eso mañana mismo, ahora vamos a comer que muero de hambre - dijo Prince para cambiarle la onda a la noche
- Perfecto, antes de que me emborrache con cerveza por tener el estómago vacío.
Pasaron una buena noche, con anécdotas y muchas risas, tuvieron que llevar a Tydo porque no podía manejar en ese estado, y se volvieron a sus casas.
Al acostarse en la cama, en lo único que podía pensar Raiden era en trabajo. No iba a darle muchas vueltas al asunto de Aim, porque le preocupaba más los pedidos de Fazio. ¿De dónde iba a sacar gente que pueda meterse con los de la cooperativa solunet, sin quedar pegado él? ¿Quién está entrando la droga si Dkey, el narco más conocido de la ciudad, está preso? De todas maneras, le preocupaba tener un traidor dentro de la policía, esto reducía su grupo de confianza a 3 personas, y tenía que estar mucho más atento.

Miércoles 7:30 am, Raiden sabía que iba a ser un día muy largo, así que en lugar de apurarse, hizo todo mucho más lento, para disfrutar de los pocos minutos que tenía antes de trabajar. Al salir, antes de que abriera la puerta del auto, pasó caminando por la vereda la mujer de Faqundo:
- Buenos días Mili
- Buenos días detective - respondió de mal humor, por lo que Raiden no se atrevió a preguntar cómo estaba, pero intentó con otro comentario.
- Ayer lo crucé a Faqundo, camino al trabajo, ¿Te dio mi saludo?
- No lo veo desde que se fue a trabajar ayer, quizás vos sabés dónde anda.
Sorprendido, el detective solo negó con la cabeza y dejó que la mujer de pelo largo y castaño siguiera caminando, tensa, enojada y murmurando.
Al llegar a la oficina, Prince, quien estaba en la de al lado, le dijo:
- Tarde, como siempre
- Resuelvo más casos desde mi cama pensando, que vos desde ese escritorio
- Puede ser, por eso yo disfruto lo que hago y vos lo sufrís
- Puede ser. – Dijo Raiden sonriendo
Entre ellos había un constante clima de bromas en ese tono, pero ambos sabían que ninguno de los dos hablaba en serio.
- ¡Miren lo que les traje! - dijo Tydo, que pasó sin golpear ni pedir permiso
Detrás de él se acercaba una mujer con una remera de rock y una cara que reflejaba su timidez.
- ¿Cómo estás Flori?, tanto tiempo - dijo Raiden
- Bien, creo. Vine a ayudar. - dijo casi susurrando
Flori había denunciado un caso similar al de Valentina, que fue resuelto encontrando al culpable. Un tipo que tenía alrededor de 5 documentos de identidad, se hacía llamar Biondo.
- ¿Y cómo pretendes ayudar? Le preguntó Prince
- Bueno, si hacen que ella venga hasta acá, yo podría hablarle a él desde su celular y acelerar el encuentro, conozco cómo piensa y actúa este tipo de gente.
- A mí me parece bien
- Pero este es mi caso no el tuyo, Raiden - dijo Prince y continuó: - me parece bien, llamaré a Valentina
Luego de dos horas de acomodar papeles y archivos en su oficina, Raiden recibió un mensaje:
Teqa: amigo, necesito tu ayuda
Raiden: ¿qué pasó?
Teqa: le rompí la nariz
Raiden: ¿A QUIEN?
Teqa: al arquitecto, le rompí la nariz y está viniendo la policía, sacame de este quilombo.
Raiden: la puta madre, ¿Dónde estás?
Teqa: en la construcción, trae hielo si podés
Raiden: ¿Para la nariz del tipo?
Teqa: ¿qué nariz del tipo? Tengo la mano hecha mierda
Raiden tomó sus llaves y se fue a toda velocidad hasta la construcción TTT donde lo esperaba su amigo, no sin antes frenar en una estación de servicio a comprar una bolsa de hielo.
- Ah pero estás hecho mierda - dijo mirándolo
Teqa tenía sangre en la cara y la mano rota
- Tenés que ver cómo quedó el otro
- ¿A dónde está?
- Lo llevaron al hospital, seguro me termino quedando sin laburo
- No te noto muy preocupado por eso
- Y viste cómo es esto, ya vendrá otra cosa - dijo mientras se apoyaba el hielo en la mano derecha 
Mientras conversaban se acercaba una persona que caminaba de una manera muy extraña
- Creo que ya no vas a necesitar mi ayuda, me voy a laburar, nos vemos a la tarde. - dijo abriendo bien grande sus ojos rojos.
- Andá tranquilo Barney, el detective me va a resolver el problema
- Y mirá, posiblemente pueda ayudarte, pero soy policía, no soy uno de los reyes magos.
- Quedate tranquilo, sácame de ésta y yo te devuelvo el favor.
A los 5 minutos llegó una camioneta de la policía de la cual bajaron una policía mujer, uno varón y un doctor.
Raiden se acercó a ellos y dijo:
- Esto es simple muchachos, este tipo es amigo mío, preso no va a ir por esta estupidez, hagamos el circo que haya que hacer para que el resto de los trabajadores de la obra no anden haciendo preguntas. Lauty vos lo agarras fuerte y le decís que queda detenido, Karen vos ponele las esposas y vos Keycode, ni bien lo dejen en la casa, quédate con él y dale toda la atención medica que necesite por favor, que el pibe está hecho mierda.
Lauty asintió, Karen lo miró y le dijo:
- Un "por favor" ni por casualidad ¿no?
- Sabes que sos mi policía preferida, dale.
- Esto va a ir aparte de mi sueldo, un extra - le dijo el doctor Keycode, confundiendo pregunta y afirmación
- Si, como corresponde.
Raiden volvió a su casa a almorzar y a dormir la siesta, pero no pudo por culpa de sus constantes pensamientos.
Justo cuando estaba conciliando el sueño se le ocurrió una idea brillante, levantó el teléfono y llamó:
- ¿Si, quien habla?
- Teqa querido, ¿Cómo te trató el médico? - dijo Raiden
- Bien, todo bien, lo único que me salió un poco caro.
- ¿Te cobró? ¡Qué hijo de puta! si tenía que arreglar conmigo, después te consigo ese dinero de vuelta
- Na, no pasa nada, dejalo así.
- Estás demasiado tranquilo como para haber perdido el laburo, haberte cagado a piñas, y que un médico te haya cagado plata.
- Y vos estás demasiado rompe bolas, no me llamaste solamente para preguntarme cómo estoy, ¿Ya te querés cobrar el favor?
- Exactamente, y creo que te va a interesar porque es algo que le vendría bien a la ciudad entera.
- ¿De qué se trata?
- Necesito que te juntes 3 o 4 de la construcción o de dónde quieras, que sean discretos y sepan apretar gente. Necesito que lo apuren al de solunet, tengo el dato de que va al casino todos los miércoles a la noche.
- Dejámelo a mí, antes del viernes ese hijo de puta paga los sueldos y arregla el servicio.
- Perfecto amigo, gracias.
Y así fue como Teqa juntó 3 tipos de su confianza, que no tenían nada que perder y que aparentaban estar más locos de lo que eran.
- Bueno muchachos, llegó la hora
- Bancá que me doy el último raquetazo - dijo Barney
- Dale papá, no sabemos cuánto tiempo tenemos - respondió Prodigy
- Este pibe va a hacer que nos maten - dijo leof12
- Suban al auto y callensé ¿Alguno lleva un Fierro o algo? - preguntó Teqa
- eeeeh algo así, yo voy en mi moto - dijo Barney.
Una vez llegados al casino vieron dos guardaespaldas adentro junto al dueño de la cooperativa, Ricardo Tehcnickz, y dos guardaespaldas afuera.
- Esto se va a complicar, nos convendría esperar a que salga - dijo teqa
- Si, igual con cuatro no vamos a poder - comentó Prodigy
- Yo me encargo de estos dos de afuera, cuando los pierda les aviso y nos encontramos por ahí - dijo Barney mientras sacaba de un bolso un fierro rojo y gris, con forma de gancho.
- ¿Que va a hacer este drogadicto de mierda? Dijo teqa asombrado
- Le va a partir la cabeza a uno de los guardaespaldas y va a hacer que el otro lo siga - dijo Leof12
Mientras ellos charlaban desde el auto, Barney se subió a su moto, con el fierro en la mano, pasó por al lado de uno de los tipos de traje, y le encajó un fierrazo en la cabeza, dejándolo inconsciente. Luego de esto aceleró a toda velocidad y el otro guardaespaldas fue tras él en su moto. Tras este hecho, uno de los que estaba adentro salió a asistir al herido quedando así solo uno con Tehnickz.
- Este tipo está loco - dijo Prodigy
- No esperaba menos de él - dijo teqa.
Se bajaron del auto y entraron al Casino.
- ¿Y ahora qué? - preguntó Prodigy
- Conozco a una chica de las que trabaja acá, si nos consigue una puerta trasera o un patio, lo hacemos mierda ahí - dijo Leo
- Pero nos falta sacarnos de encima a uno - dijo Teqa
- Yo me la juego, después si caigo en cana, ¿Raiden me podrá sacar?
- Seguro que si - dijo Teqa mirándolo a los ojos.
Entonces mientras Leo conversaba con Brenda, una empleada del casino, Prodigy se acercó al guardaespaldas e intentó golpearlo, en tan solo dos movimientos el hombre de traje logró doblarle todo el brazo y pegarle una piña en la espalda y otra en la cara. Aunque el plan de Prodigy no resultó como el esperaba, logró ganar unos segundos haciendo que lo saquen del casino, mientras Teqa se acercó con un cuchillo al dueño de la cooperativa y le dijo:
- Me vas a tener que acompañar
- No me vas a apuñalar adelante de todos
- ¿No? - Dijo teqa y le apoyó el Cuchillo en la espalda - probame
- No hace falta, vamos - dijo Ricardo algo asustado.
Leo le hizo señas para indicarle el camino y lo sacaron a un patio del casino al que no iba nadie
- Tienen cinco minutos antes de que alguien los vea, ya apagué las cámaras de seguridad, yo jamás los ayudé ¿Ok?
- Ok Brenda, muchas gracias.
- Escúchame una cosa pedazo de forro, vos no querés pagar los sueldos y te estás gastando la guita en el casino
- Yo no vengo al casino a jugar, vengo a hacer negocios - respondió
- Me importa tres carajos a que venís - dijo Teqa, le pegó una piña en la cara, y sacudió la mano, olvidándose de que ayer se la había roto.
- Dejá que sigo yo - dijo Leo
Tehnickz escupió un poco de saliva con sangre y dijo:
- ¿Qué quieren?
- Que largues la guita, sabemos dónde vive tu hija y tengo muchos clientes dispuestos a jugar con ella, así que si no querés que te caguemos a piñas y la visitemos, vas a tener que pagarle a tu gente.
- Cuanto más tiempo pasen acá, más chances de que los agarren tienen. - dijo queriendo intimidarlos.
- ¿Si? Bueno voy a correr el riesgo - Dijo Leo y le pegó también, en la boca del estómago.
- Está bien, voy a pagar. - dijo sin casi poder hablar
- Más te vale, vámonos a la mierda dale.
Mientras salían, vieron un par de caras conocidas dentro del casino, entre ellos estaba Faqundo.
Al salir, se subieron al auto y se fueron, lo encontraron a Prodigy todo lastimado en la esquina siguiente, se subió y contactaron a Barney.

Jueves 8 am, Raiden se levantó y mientras desayunaba se puso a mirar las noticias, entre ellas estaba el accidente en el casino, pero solo se hablaba de un "seguridad" muerto, nada mencionaba al dueño de Solunet. Sin embargo, otra noticia mostraba que los sueldos fueron pagados, el servicio volvió a funcionar correctamente, y que se había levantado la protesta. El trabajo había salido bien, pero con una baja innecesaria.
Cuando estaba saliendo para el trabajo, lo llamó un número desconocido:
- ¿Hola?
- Floppytown a las 5 de la tarde, ¿podes? - dijo Fazio
- Ahí estaré barba.
- Perfecto, hasta entonces.
Raiden no sabía para que fue contactado, solo había logrado hacer uno de los dos trabajos y con una complicación de por medio, tenía intriga, a pesar de que Fazio no era su jefe, le daba siempre buena información para resolver casos y problemas, y un pago interesante, por lo tanto lo respetaba mucho.
Ya en la oficina, Flori y Valen estaban hablando con Prince, y Raiden llegó para escuchar la conversación:
- Ya lo tenemos, cuando ustedes digan le decimos un lugar y horario, va a ir, y ahí lo agarramos.
- ¿Dónde está Tydo? - preguntó Raiden
- Está en su despacho, pidió que nadie lo moleste.
El detective se acercó a la oficina del jefe, y tocó la puerta. Nadie respondía, así que pasó y lo encontró durmiendo abrazando una botella de ron vacía.
- ¡Tydo! - exclamó
- ¿¿Eh?? - respondió sin entender que pasaba
- ¿Qué haces? Anda a dormir a tu casa, mirá como estás.
- ¿Que parte de no me molesten no se entendió? - dijo y se aguantó un eructo
- ¿Que te anda pasando? Estas chupando demasiado, tenemos casi resuelto el caso Aim, el tipo va a morder el anzuelo
- Perfecto, vamos a llenar de plomo a ese infeliz.
- No tenemos más margen para estas cosas, la idea es meterlo preso no matarlo.
Las chicas se encargaron de citar a través del celular de Valentina a Aim a un restaurante, mientras que los policías esperaban escondidos.
15 minutos más tarde de lo acordado, bajó de un Renault 12 un tipo gordo pero musculoso, de alrededor de 45 años, con barba y muchas arrugas, y un cigarrillo recién encendido en la mano.
Ella tenía puesto micrófonos de la policía abajo de la ropa, se acercó a él y comenzaron a hablar.
- Hola, ¿Aim? te ves un poco... Diferente
- Sí, soy yo, sé que no soy lo que esperabas, pero si te subís al auto te puedo explicar.
Al escuchar esto, Tydo se bajó del auto con un revólver y apuntándole de cerca le dijo:
- Escúchame bien basura, no estoy lo suficientemente ebrio como para dispararte sin motivos, pero dame una sola razón, y te vuelo la cabeza. Camina bien despacito hacia aquel auto dale.
- La puta madre - dijo Prince y se bajó con las esposas - tenés derecho a guardar silencio, a un abogado y a....
- Cerrá el orto, este no tiene derecho a nada - dijo Tydo casi cayéndose.
Subieron al sospechoso al vehículo y se lo llevaron. Valentina aliviada pero angustiada dijo:
- Pensé que era un buen tipo.
- No te preocupes, me voy a encargar de que no salga más. - dijo Prince.
Se hacía la hora de la siesta y Raiden volvía a su casa a dormir aunque sea un par de horas. Antes de llegar, hizo una parada en el almacén "El Sanjuanino" para comprar una gaseosa y un paquete de arroz, pero Sanjuanino no estaba ahí. Atendiendo, estaba el tipo que había visto atrás de él hace unos días atrás.
- Hola, ¿Qué tal? Esto es todo lo que llevo
El hombre respondió levantando el pulgar de la mano derecha.
Mientras esperaba a que le cobre, se acercó a olerlo la misma perra que había visto ese día, pero más sucia que antes.
- Disculpá... - ¿Cuál es tu nombre?
- El vendedor, escribió en un papel: "Lul" 
- ¿Tu nombre es Lul?
El hombre asintió
- ¿Y no sabes dónde está Sanjuanino?
Esta vez él negó con la cabeza.
- Está bien, gracias.
Raiden se sorprendió, Sanjuanino jamás deja a nadie a cargo de su negocio y mucho menos de su dinero.
Luego de almorzar, se acostó a dormir una corta siesta hasta las 4 de la tarde, ya que debía viajar hasta Floppytown para encontrarse con el funcionario público e informante Fazio Barba Atómica. Al llegar, él lo estaba esperando con una corona en la mano.
- ¿Querés un trago?
- No, te agradezco. Qué lugar de mierda, está lleno de escaleras.
- Justamente, te hice venir hasta acá porque no viene nadie. - respondió
- Escuchá, si es por lo del guardaespaldas, yo no manejé esa situación, los mandé a hacer el laburo y ellos se manejaron como pudieron.
- Me chupa un huevo ese tipo, te llamé para agradecerte lo de Solunet, pero a la vez, para apurarte con el tema de la falopa. Está circulando algo más que merca, dicen que es una droga potente que te duerme el cuerpo, pero vos quedas despierto. Nada bueno puede salir de algo así.
- ¿Algún dato nuevo como para saber por dónde arrancar?
- Solamente sé que llega en contenedores de materiales de construcción. No estamos en una ciudad muy grande, solo hay tres empresas constructoras, y ya hablamos con los arquitectos de cada una.
- Quizás no tengas que hablar con un arquitecto.
- Por lo visto ya se te ocurrió algo, estamos en contacto. - dijo Fazio
- Hasta luego.
Raiden llegó a su casa y llamó a Teqa.
- Amigo, ¿Cómo estás? Que bien salió el laburito eh
- Hola Teqa, si, muy buen laburo. Escúchame, ¿será que puedo pasar por tu casa hoy?
- Sí, ¿a qué hora podés venir?
- Ya mismo
- Eh... Pasa que en este momento estoy un poco ocupado.
- Bueno, desocupate. - dijo Raiden y colgó.
Cuando llegó a la casa, tocó la puerta y nadie le abría.
Se cansó de esperar así que la tiró abajo y pasó.
Al entrar, vio una montaña de billetes en el suelo, y a Barney sentado en una silla aspirando líneas de cocaína sobre la mesa.
- ¿Dónde está Teqa?
- Acá estoy - dijo Teqa mientras bajaba las escaleras. - vas a tener que pagar esa puerta
- Ah, ¿ahora te importa la plata?
- Eso que ves ahí no es mío, te lo puedo explicar...
- ¿Qué me vas a explicar? Que hace días está entrando falopa y no me decís nada, que tuviste que cagar a trompadas al arquitecto de tu obra para que no te mande al frente, que la estás vendiendo sin pagar los impuestos que tenés que pagar, Me pidieron exclusivamente que haga mierda al boludo que está metiendo la falopa y vendiéndola sin permiso, decime ¿qué hago ahora?
- Relajá Raiden, nosotros podemos arreglar con Shiobi un valor que nos sirva a todos, además debe estar contento que le solucionamos el temita en el casino. - dijo Barney mientras sacaba un sobre de pastillas Newton de una bolsa y se lo guardaba en el bolsillo.
- ¡Dejaron un muerto! Pelotudos.
- Sí, se me fue un poco la mano, pero ¡snfff! - aspira una línea, hace una pausa y sigue - el trabajo se hizo y salió bien.
- Ustedes dos van a arreglar con Shiobi el tema de la cocaína, pero la otra droga que están vendiendo no la venden más, no ingresa más, ¿Me entendieron?
- Entendido. - dijo teqa
- Bueno, dame toda la que tengas de esa.
- Eeeh, no se puede - dijo Barney
- ¿Por qué no?
- Porque ya la vendí toda
- La puta madre ¿vendiste toda la droga en un día?
- Fue un solo comprador, deben andar en algo turbio
- ¿A quién se la vendiste?
- A Excel, un tipo que tiene un prostíbulo junto con leof12, su socio.
- Teqa dame el número de Leo
- Te lo paso por WhatsApp
Raiden llamó al número que le dieron.
- Leo, ¿estás ocupado?
- Siempre libre para vos, ¿Que necesitas?
- Necesito una reunión con tu socio, Excel
- Bueno, no le gustan mucho los policías, no sé si va a querer verte.
- No estoy preguntando si quiere
- Está bien, anda para mi casa en una hora.
- Bien, pásame la dirección por escrito.
Mientras Raiden iba hacia la casa de leo, recibió otro mensaje:
Faqundo: necesito hablar con vos en persona, urgente.
Raiden leyó el mensaje, pero como estaba manejando, lo ignoró.
Una vez llegado a lo de Leof12, lo hicieron pasar y se encontró con un tipo morocho, gordo, lleno de anillos, sentado en el sofá.
- Vos debes ser Excel
- Sí, soy yo, ¿vos sos el rati?
- Detective Raiden, un gusto.
- El gusto es mío, ¿A qué se debe tan urgente reunión?
- A una compra que hiciste.
- Las mujeres que vendo no son problema de la policía, yo tengo un arreglo, ustedes no pueden meterse ahí...
- Cállate - lo interrumpió Raiden. - Un día de estos voy a ir a tu prostíbulo y lo voy a dar vueltas de pies a cabeza, si encuentro una sola menor, te tiro al río, pelotudo. Pero ahora hablo de compra de drogas.
- Ah, hubieras dicho antes. Tengo de todo tipo, vendemos merca, otra que llamamos "la Newton" que te hace volar y...
- No, me refiero a una que paraliza a el que la consume.
- No sé de qué hablas - dijo Excel poniéndose serio.
- A mí me parece que sabes muy bien, y que si no cantas vos, va a cantar otro, pero si canta otro, a vos te hago mierda.
- ¿Y qué seguridad tengo yo de que no me rompas las pelotas si hablo?
- Sabes bien que no me conviene sacarte del negocio, mucha gente estaría en mi contra, pero de ser necesario, tengo el poder y los contactos para hacerlo.
- La compramos porque la estaban pidiendo, la vendimos toda junta a un mismo hombre que vino solo con su mascota, pero vos sabés cómo es esto, no hacemos muchas preguntas.
- ¿Cómo era el hombre?
- Era bajito, morocho, vestía bien, un poco tímido, tenía anotado todo lo que necesitaba, pagó, le entregué lo suyo, nos dimos la mano y se fue
- No me estás ayudando mucho
- Es todo lo que sé.
- Bien, vamos a estar en contacto. Acordate, ni una sola menor en tu negocio.
Raiden se marchó pensando en quien podía encajar con esa descripción, se conocía a prácticamente toda la ciudad y más aún si se trataba de delincuentes.
Al llegar a su casa y acostarse luego de pedir una pizza, recordó el mensaje del cuidador del cementerio Westwood y lo llamó, pero nadie atendió el llamado.

Viernes 8 am, último día laboral para él, se levantaba a desayunar.
Tenía un mensaje del agente Prince: "interrogatorio a Aim, 9 am"
Se dio una ducha de esas en las que pensás en todo, te replanteas si estás viviendo la vida que querés vivir, y si sos feliz con tu trabajo.
Luego marchó hacia su oficina en donde se encontraba Tydo esperándolo con los pies arriba del escritorio.
- Baja las patas de ahí
- Buenos días para vos también, ¿Desde cuándo le das órdenes tu jefe?
- Desde que es un borracho que entra a mi oficina como pancho por su casa, y sube los pies en mi escritorio.
- Con los pies arriba de tu escritorio y dos botellas de ron encima, cerré tres casos hoy.
- Sí, tres casos que estaban hace una década archivados
- Sos un exagerado, hablando de archivados, se perdieron archivos, documentos físicos que igualmente tenemos en las computadoras, pero esos papeles deberían estar acá.
- ¿Cosas importantes?
- Y más o menos, alguna que otra carpeta con información de gente con antecedentes, causas y sospechosos.
- Otra vez alguien de adentro.
- Con acceso a tu oficina, no lo olvides.
- Bueno, vamos a lo nuestro - interrumpió Prince - Nos espera el interrogatorio
- ¿Quién lo va a hacer? - dijo Raiden
- Karen, Lauty va a estar ahí por si lo necesita, nosotros solo supervisando.
Los cuatro (Raiden, tydo, Prince y lauty) miraban a través de una ventana polarizada como Karen interrogaba a Aim.
- Valentino Nahuel, acusado de engañar mediante perfiles falsos a mujeres menores y mayores de edad con el fin de secuestrarlas y hacerles quien sabe qué, no parece que tengas un historial muy bueno como para salir por buena conducta en un par de meses.
- Quiero negociar - respondió Aim
- ¿Y qué es lo que tenés para ofrecer?
- Tengo un nombre y tengo información
- Depende de la información, podemos llegar a un acuerdo, ¿qué querés que se te dé a cambio?
- Quiero que me reduzcan el tiempo que me van a meter en cana, a la mitad, si el juez dice 10 años, quiero estar 5 y con tres cajas de cigarrillos por día.
- Seguro, también podemos darte una celda con jacuzzi y televisión, pelotudo.
- Entonces quiero que me muestres las tetas.
- Ay, no - dijo Tydo
Karen se puso roja, se acercó al detenido esposado por detrás, le puso la mano en la nuca y le sacudió la cabeza contra la mesa 3 veces, dejándole la frente sangrando.
- Suficiente, voy a entrar - dijo Lauty
Karen salió enojada y le dijo a sus supervisores:
- Ni una palabra, me voy.
Lauty intento renegociar con el detenido.
- Puedo darte una paliza, pero creo que mi compañera ya te dejó bastante demacrado, ¿Vas a colaborar o no?
- Quiero reducción de condena
- Imposible, no vamos a tranzar con ningún juez.
- Al menos quiero 3 paquetes de cigarrillos diarios.
- Voy a darte uno por día
- Dos
- Uno o nada, vos elegís
- Está bien, está bien, uno.
- Empezá a hablar.
- El trabajo me lo encargó un pibe que trabaja en el "CrackHouse", creo que es medio dueño de ahí, yo no iba a hacerle nada a la chica, solo la iba a entregar.
- ¿El prostíbulo?
- Sí, un tipo que se hace llamar Excel o algo así.
- Hijo de puta - susurró Raiden quien escuchaba atento desde afuera.
- ¿Y cómo entraste a la oficina del detective, donde está la información de los casos que faltan?
- Entré con las llaves, me las dio un tipo que no conozco, me dijo que si junto con el pedido de Excel le conseguía un poco más de información, me pagarían más. De hecho me pagó por adelantado.
- ¿Llaves de acá? ¿Con algún llavero en especial?
- No, así sueltas, como si fueran una copia.
- ¿Qué más sabes?
- No tengo nada más, es todo lo que se.
Terminado el interrogatorio, se reunieron en la oficina de Tydo a discutir sobre cómo podría haber llegado esa llave a manos equivocadas y que deberían cambiar la cerradura ya mismo.
Mientras tanto, Raiden recibió una llamada:
- Detective, necesito hablar con vos personalmente, urgente. - dijo con un tono de voz raro.
- ¿Estás bien Faqundo?, ¿podés pasar por la oficina?
- va a ser mejor que vengas vos para mi casa.
- ¿A qué hora estás por ahí?
- Decime vos, me ajusto a tus horarios Raiden, seguro tenes trabajo que hacer.
- Bien, a la noche entonces, te mando un mensaje antes de ir.
- Perfecto, gracias.
El detective tenía un lío en la cabeza por resolver.
Por un lado, tenía que descubrir quién había hecho un duplicado de las llaves de su oficina y cómo obtuvo las llaves para hacerlo, por otro lado tenía que darle una respuesta sobre las drogas a Fazio, y además debía darle un susto a Excel.
Llegada la noche, Raiden tocó timbre en la casa de Faqundo.
- Pasá, pasá - dijo abriendo la puerta desde adentro, sin mostrarse
- Esto es un quilombo - dijo Raiden viendo un desorden total en la casa
- Lo sé, tendría que limpiar más seguido
- ¿Y tu mujer? ¿Cómo puede vivir en esta mugre con lo fanática de la limpieza que es?
- De eso te quería hablar - dijo Faqundo. Y Raiden, quien estaba mirando el desorden de la casa, centró su vista en el hombre que tenía en frente, y se asombró. Su aspecto era el de alguien que no dormía hace dos días, tenía ojeras profundas, aspecto triste, le temblaban las manos y sudaba todo el tiempo.
- ¿Qué te pasó? No te veo bien
- Hace dos días no veo a mi mujer
- ¿Están peleados?
- No, no vuelve a casa, no atiende el teléfono, nadie más la vió, desapareció.
- ¿Le preguntaste a tus vecinos y a sus amigos?
- A todo el mundo, nadie sabe dónde está y a nadie le atiende el teléfono.
- ¿Y por qué no viniste a denunciar esto a la comisaría?
- Mirá cómo estoy, no quiero ni salir de mi casa
- Seguro que está enojada y no quiere contactarte
- No, ella jamás hace este tipo de cosas.
- La voy a encontrar, necesito que te calmes y hagas memoria y me digas si te acordás de algo que sea útil.
- Lo único que sé es que discutimos, yo me fui a trabajar, esa noche no dormí en casa, al otro día fui y ella no estaba. Pero tampoco durmió ahí porque la cama estaba tendida y el televisor en el canal que yo lo dejé
- ¿Todo esto cuando pasó?
- Nos peleamos el martes, ese día dormí en lo de mi mamá
- ¿Y qué pasó el miércoles?
- No tuve noticias de ella ese día, pensé que estaba por ahí y que volvería cuando se le pase, intenté contactarla y no hubo caso.
- Yo la vi a la mañana, estaba molesta.
- Cuando la viste, ¿estaba bien?
- Sí, solo de muy mal humor. Decime ¿dónde dormiste esa noche del miércoles?
- En lo de un amigo
- ¿A qué hora te acostaste?
- ¡Me estás interrogando como si yo fuera sospechoso de la desaparición de mi mujer!
- Ya sé que es tu mujer, pero tengo que reconstruir toda la historia para entender que pasó y encontrarla, ¿podés responderme?
- Me acosté a las doce y media.
- Okey - dijo Raiden mientras escribía algo en un anotador. - ¿tenés una foto de ella que puedas darme?
- Sí, toma
- Voy a llevar este caso a mi oficina y te aviso cuando sepa algo, mientras tanto ordena tu vida, limpia tu casa, cuando encontremos a tu mujer, va a querer que la recibas en buen estado.
- Muy bien, gracias detective.
- Una última cosa Faqundo
- ¿Si?
- ¿Hay algo más que te tenga tan nervioso? ¿Algún otro motivo?
- ¿Esto te parece poco?
- No, solo preguntaba, descansá.
Raiden se alejaba de la casa de Faqundo con la misma sensación que tenía el lunes, de que algo se le estaba escapando, estaba muy preocupado. Camino a su casa, le llegó un mensaje de un gran amigo.
Max: querido, a ver cuándo nos juntamos, el trabajo te está consumiendo
Raiden: no tengo paz amigo, el domingo me vendría bien verte y tomarnos algo
Max: tengo un evento de música, ¿te gustaría venir conmigo?
Raiden: ¿de qué se trata?
Max: no es de tu música preferida, es opera
Raiden: lo que sea que me saque la mente del trabajo.
Max: excelente, nos vemos el domingo a las 11 en cs_opera
Raiden: ahí estaré.

Sábado 10 am, el detective había ignorado completamente su despertador y no tenía nada para desayunar. Se acercó al almacén "el sanjuanino" y compró pan y fiambre.
- Buenos días sanjuanino
- Buenos días detective, ¿día libre?
- No, pero me tomé la mañana
- Que envidia, yo estoy acá desde las 8 am
- No te quejes, trabajas sentado, sin pensar y con un empleado
- ¿Qué empleado?
- El que me atendió el otro día, vos no estabas
- Ah, no es mi empleado, Lul es un amigo.
- ¿Y te cubre cuando te vas de joda? Eso sí es un amigo
- Nos hacemos favores mutuamente, seguro vos sabés de eso.
- Puede ser. Antes de irme, ¿viste a Milagros últimamente? - preguntó Raiden
- No, no la vi que yo me acuerde, ¿Pasó algo?
- Está desaparecida hace un par de días, y estoy buscándola
- ¿Está oficialmente desaparecida? Quiero decir, ¿ya salieron a pegar carteles con su foto y a correr la voz?
- No, pero hoy empezamos, ¿Tendrías el gusto de ser el primero?
- Como no, encantado de ayudar.
Raiden sacó la foto que le había dado Faqundo y le sacó varias copias en una fotocopiadora del almacén.
- Pegá ésta fotocopia y quédate dos o tres por las dudas, gracias.
- De nada, si alguien sabe algo te aviso.
Raiden desayunaba en su casa cuando recibió mensajes de Prince.
Prince: llegá a la hora que quieras
Raiden: algún día voy a renunciar y te vas a quedar solo, con todo el trabajo
Prince: no hace falta que renuncies, por cómo trabajas últimamente, podría decirse que trabajo solo. Conseguimos orden de allanamiento al prostíbulo CrackHouse, ¿Querés venir a divertirte?
Raiden: no me lo pierdo ni loco.
Raiden fue a la oficina y junto a Prince, Tydo, Lauty, Karen y algunos policías más marcharon rumbo al prostíbulo. Al llegar, rodearon la casa de patrulleros y entraron.
Sacaron a todos los tipos que estaban con las mujeres que trabajaban ahí, pero a ellas las dejaron. Mientras Karen y Lauty las vigilaban, los otros tres subieron las escaleras donde había un cuarto que utilizaban como oficina, con dos tipos musculosos y poco amigables en la puerta:
- Otia, ¿qué se le ofrece oficial? - dijo uno de los hombres
- ¿Cuál es tu nombre? - preguntó Tydo, que increíblemente estaba sobrio
- Me dicen ElMache, y mi compañero es Dovakin
- Bueno caballeros, resulta que tenemos una orden de allanamiento y ustedes nos están estorbando el paso, necesitamos que se corran.
- Eso no va a ser posible - dijo Dovakin
- Si no se mueven vamos a tener que arrestarlos - dijo Tydo
- Inténtalo - retrucó ElMache
Cansado de tantas palabras, Prince miró a Raiden y él asintió
Al mismo tiempo le dieron una piña a cada uno de los guardias, que cuando intentaron reaccionar, Tydo ya estaba apuntándole a uno de ellos con un arma, mientras que Raiden y Prince inmovilizaron y desarmaron al otro.
Ingresaron al cuarto, donde estaban Excel y Leof12 tomando whisky.
- ¿Qué hacen acá? - dijo Leo
- Andate - le respondió Raiden
- ¿Qué haces? - le preguntó Prince en voz baja a su compañero
- Él no, es amigo de mi amigo, me dió una mano importante.
- Bueno, supongo que la charla va a ser conmigo, ¿no? - dijo entre risas Excel
Tydo se acercó por atrás y lo acostó sobre la mesa aplicándole una llave con un brazo mientras con el otro le apoyaba el arma en la cabeza.
- ¿Qué te dije yo? - dijo Raiden
- No traje ninguna menor, lo juro - dijo Excel ya un poco más asustado.
- ¿No? ¿Y que querías con Aim awp y Valen? - preguntó Prince
- No conozco a ningún Aim awp, no sé de qué hablas
- Cuanto menos colabores, peor te va a ir - aclaró Tydo apretándole el brazo.
Uno de los policías subió, y los interrumpió:
- Hay muchos kilos de cocaína, algunos fasos y Karen dice que hay 4 menores entre las 20 chicas.
- Gracias, podés retirarte. - dijo Raiden
- ¿No era que no había menores? Dijo Tydo - estás de suerte, estoy sobrio y no se me va a escapar el tiro que tantas ganas tengo de meterte.
- Dije que no traje menores, esas menores estaban desde antes de que ustedes me preguntaran.
- Me está cansando, llevemoslo - dijo Prince
- Esperen, ¿conoces a esta chica? ¿La viste alguna vez o sabes algo sobre ella? - dijo Raiden mientras mostraba la foto de Mili
- No nos dijiste nada - dijo Prince
- No tuve tiempo - respondió Raiden
- Puede ser que la haya visto, si me dejan trabajar, no voy preso y no me sacan a las chicas.
- Escúchame una cosa pelotudo, no te cierro el local a la mierda porque puedo perder algo más que el trabajo, todas las menores de 18 años se van a ir de acá, ¿entendes o te tengo que tirar en una zanja?
- Está bien, está bien, pero las mayores, y la droga, se quedan.
- Si querés droga, habla con Barney Gomez y cómprale como venís haciendo, ésta se va con la policía, no podemos hacernos los pelotudos con todos los que vinieron. - dijo Tydo
- Hablá de una vez - se inquietó Raiden
- La pibita ésta durmió acá, me la trajo el mismo que me compró la droga esa que te deja re duro, me dió un fajo de dólares junto con la chica, sin decirme absolutamente nada. Después de eso me llegó un mensaje de un número que no conozco y que ya no existe, diciendo que la guarde acá por un día y que nadie la toque, porque si eso pasaba me cortaban las pelotas. Al otro día la vinieron a buscar en un auto negro.
- ¿No te dijeron a dónde se la llevaban?
- No, ni siquiera me dieron el nombre, solamente me dieron la guita, la piba, y una amenaza anónima.
- Está bien, gracias por el dato. Si me mentiste en algo, ésta va a ser la última vez que dialogamos así de tranquilos.
- ¿Tranquilos? Tu jefe me está rompiendo el brazo
- Ah, colgué - dijo Tydo y lo soltó.
Luego de un agotador allanamiento
Y sin haber comido nada, Raiden recibe una llamada de Teqa.
- Raiden ¿Que mierda están haciendo?
- Bájame el tono y decime qué pasa.
- ¿Cómo es eso de que allanaron el CrackHouse de Leo? Es mi amigo no podés hacer una cosa así, el tipo arriesgó su vida para hacerte un favor a vos
- Calmate, voy para tu casa y hablamos tranquilos.
En el momento que Raiden decidió subir a su auto y marchar, tomó el cigarrillo que estaba en la guantera y lo prendió, cuando estaba por darle una pitada pensó "¿Que estoy haciendo? Me tengo que calmar". Tiró el cigarrillo por la ventanilla y fue manejando hasta la casa de Teqa, iba bastante distraído debido a los pensamientos que bombardeaban su cabeza, y entre esas distracciones casi choca a un peatón.
- ¿Qué haces flaco? ¿Sos ciego? - dijo la mujer
- Si lo fuera no podría ver semejante belleza - dijo Raiden bromeando, cuando la reconoció
- Ah encima de ciego, pelot... ¡¿RAIDEN?!
- ¿Cómo estas Luu? ¿Vas para tu casa? Subite que te llevo.
Lucila era la hermana de Mili, ella no vivía en la ciudad pero volvió por la desaparición de su hermana.
- Perdón por insultarte, es que casi me atropellas y... ¿Sabes algo de mi hermana?- dijo interrumpiéndose sola.
- No, así que volviste porque también te enteraste, ¿tenés algún dato que me pueda ayudar?
- No, no se mucho. La última vez que hable con ella fue hace varios días, dijo que su esposo le ocultaba algo y que tenían problemas económicos.
- Puede ser, fui a verlo y la verdad es que se lo ve mal, destruido, pero es normal en alguien que no sabe dónde está su mujer hace días.
- Algo oculta, sabe algo y no me lo dice. – Dijo Luu con ojos llorosos
- Voy a investigar, en fin, llegamos. Cuídate y si sabes algo me avisas ¿Dale?
- Dale, muchas gracias por traerme y por estar buscándola, Raiden.
Una vez llegado a lo de Teqa, tocó la puerta y lo recibió Leo.
- Pasá
- Permiso – Dijo Raiden y Teqa lo empujó con bronca contra la pared.
- ¿Me querés explicar por qué allanas el negocio de un amigo? – Dijo Teqa en un tono de voz alterado amagando a pegarle.
- No tuve opción, tenían menores, estaba ligado con el caso Aim, y sabe sobre la desaparición de Mili. – Dijo el detective asustado.
- ¿Mili desapareció? ¿Cuándo? – Dijo Leo mientras Teqa abrió grandes los ojos, incrédulo, y se alejó del policia.
- Si, desde el miércoles. Dijo Excel que la piba estuvo 1 día en ese prostíbulo y que la llevó el mismo tipo que compró la droga paralizadora.
- Ah si, el simpático – dijo Leo sarcásticamente – Hizo el negocio serio y callado, se creyó que estaba en una película.
- Mili es la esposa de Faqundo, ¿verdad? – preguntó Teqa
- Efectivamente.
- No se lo veía tan preocupado la noche que hicimos lo del Casino, estaba ahí jugando.
- ¿Por qué me mentiría? – Preguntó Raiden en voz alta.
- Lo deben tener agarrado de las bolas – dijo Leo – Seguro que no fue él quien denunció la desaparición ¿o si?
- No puedo darte esa información.
- Porque no lo hizo, y si lo hizo fue en donde nadie lo viera – concluyó Leo.
- En fin, disculpá por el allanamiento, no tuvimos remedio, me estoy muriendo de hambre, ¿comemos algo?
Luego de comer Raiden se fue a su casa a descansar.

Se pasó la mañana y la tarde del domingo mirando televisión y tomando cerveza, hasta que llegada la noche fue a la casa de Max para pasarlo a buscar e ir juntos al teatro cs_opera. Una vez allí con la función comenzada, estaban conversando:
- Que música de mierda ésta
- Te dije que no te iba a gustar, Raiden
- Pero ¿a vos te gusta?
- No, pero me gusta una de las chicas que está en el escenario, y le dije que vendría a verla.
- Ah y me involucraste a mí en esto
- No me iba a aburrir solo
Mientras observaban el evento, Raiden pudo visualizar a un tipo sentado bastante adelante, lo conocía de algún lado pero no sabía de dónde. Hasta que se dio cuenta de que se trataba de Lul, el mudo.
“El mudo” pensó, y recordó la descripción de Excel y Leo, quienes dijeron que un hombre morocho, bien vestido, callado y con un perro horrible había comprado la droga y llevado a Milagros hasta ahí, acababa de dar con el primer sospechoso y quizás culpable del secuestro.
Esperó impaciente a que el evento termine y le dijo a Max:
- Disculpá, ¿podes tomarte un taxi? Tengo que hacer algo.
- Mirá, antes que quedar pegado en la locura que estés por hacer, acepto irme en taxi.
Raiden siguió a Lul hasta el estacionamiento y lo dejó inconsciente pegándole en la nuca. Llamó a Prince pero éste no lo atendía, probó con Tydo pero su ebriedad le impedía hablar, no se le entendía nada.
Con el sospechoso en el baúl, llamó a Teqa.
- Amigo, necesito otro favor
- De repente me necesitas más de lo que yo a vos
- Sabes que todo tiene su vuelta, ¿me vas a dar una mano?
- ¿De qué se trata?
- Tengo que interrogar a un tipo y no confío en ningún policía.
- Traelo nomas, Barney y yo nos encargamos.
Una vez en la casa de Barney, dejaron en el sótano atado a Lul.
- No lo puedo sacar de acá hasta enterarme que pasó con Milagros – Dijo Raiden
- Está bien – Dijo Teqa – Lo vamos a hacer hablar por las buenas o por las malas
- Ese es el problema, es mudo – Dijo Raiden
- Eso si es un problemón, bueno algo se nos va a ocurrir – Dijo Barney, y se tomó una Newton
- ¿Vas a estar bien vos para el interrogatorio? Preguntó Raiden
- Mejor que nunca, le puedo pegar las piñas que quiera y no siento nada, estoy flotando.
Raiden se quedó tomando un café en el living, no quería que el sospechoso lo vea. Mientras lo tomaba pensó “Que asco, como Tydo puede tomar esto”.
Pasadas dos horas de interrogatorio, Teqa salió del sótano.
- Hubo un problema, la cagó.
- ¿Cómo que la cagó? ¿Barney?
- Sí, le dio un papel para que anote lo que sabía y mientras yo desataba al tipo para que pueda escribir, lo destruyó a piñas
- ¿Lo mató? – Preguntó Raiden y Teqa asintió.
Raiden bajó las escaleras y puso a Barney contra la pared
- ¿Vos sos pelotudo? ¿Cómo lo vas a matar?
- ¡Y si no hablaba!
- Es mudo, ¡pelotudo!
- Uh, colgué – dijo sonriendo, no podía ni siquiera estar parado de lo drogado que estaba.
Se escuchó una vibración y Raiden revisó los bolsillos del cadáver, tenía un celular con mensajes de Faqundo, pero no pudo abrirlos porque tenía una aplicación con clave que impedía el acceso a ellos.
- Llevar esto a un técnico de la policía tomaría tiempo y no confío en nadie.
- ¿Qué vas a hacer entonces? – Preguntó Teqa
- Voy a hablar con él personalmente
- Te acompaño – dijo su amigo
- No, si estas vos, no va a hablar, iré solo.
Una vez llegado a la casa de Faqundo, tocó la puerta y nadie abría, así que la tiró abajo. Encontró a Faqundo en su sillón mirando tele con el teléfono al lado, como esperando un llamado. Seguía todo tan desordenado como antes.
- ¿No escuchas la puerta?
- Pensé que eras otra persona
- ¿Esperabas al que tiene a Milagros?
- ¿Qué? No entiendo
- ¿Cuánto tiempo más vas a hacerte el tonto? Vos sabes quien la tiene, le debes plata a esa persona y por eso estabas en el Casino ese día, cambiaste a tu mujer por tiempo para saldar tu deuda, basura. Tuve que hacer mierda al mudo y ni así pude sacarle información.
- ¿Está muerto? La puta madre. Yo no cambié a mi mujer por nada, ellos la secuestraron y me dijeron que me la devolverían sana y salva cuando pague, y que si hablaba la iban a matar. Por eso no quise ir a la comisaria y te hice venir hasta acá.
- ¿A quién le debes tanta guita? ¿Por qué no pagas y listo?
-  No pago porque no la tengo, se la debo a un prestamista, es el dueño de Solunet
- ¿Ricardo Tehnickz? ¿Él la tiene?
- No, y si te digo quien la tiene la van a matar.
- No hay tiempo, yo puedo salvarla, confiá en mí y decime.
- La tiene Sanjuanino, pero no va a ser tan tonto como para tenerla en su casa
- ¿El almacenero? Pero ¿por qué?
- Es el intermediario entre Tehnickz y los que le piden prestado, él nunca muestra su cara, usa gente como Sanjuanino y les da una parte.
- Voy a buscar a ese hijo de puta, y voy a traerte a tu mujer sana y salva.
- ¿Y cómo vas a averiguar dónde está?
- Se exactamente donde buscar – Dijo mientras pensaba en los departamentos de 4 torres.
Mientras iba a su oficina, Raiden recibió una llamada de Lauty:
- Raiden, Tydo me dijo que necesitabas ayuda, y bueno, claramente él no está en condiciones de dártela.
- Lauty, gracias a Dios alguien que pueda darme una mano, ¿Estas en la oficina? Voy para ahí
Una vez allí, el detective le contó toda la situación a Lauty.
Su compañero sirvió dos vasos de agua y le dijo:
- Entiendo, entonces no podemos confiar en nadie. Hagamos una cosa, yo reviso su casa y vos vas a esos departamentos que dijiste que conocés, y ni bien encontremos a Sanjuanino o a Milagros, nos contactamos.
- Perfecto – dijo Raiden y bebió su vaso a toda velocidad, el hecho de estar yendo y viniendo lo había deshidratado totalmente.
Cuando Raiden llegó a 4 torres, Sanjuanino le abrió la puerta y lo invitó a pasar. El detective no quería hacerle nada sin antes saber dónde estaba Milagros, y tampoco podía comunicarse con Lauty sin levantar sospechas. A esta altura, Sanjuanino ya podría saber que Lul estaba muerto, o que Faqundo había hablado.
- Buenas noches oficial, ¿que lo trae por acá? Pensé que acordamos que usted no sabía nada de estos departamentos.
- Me picó el curioso, iba a pedirte permiso para venir, pero no te encontré en tu local, ni tampoco a tu amigo.
- No, mi amigo se fue, tuvo que viajar – Dijo con una sonrisa
- ¿Si? Que loco, me pareció ver a un tipo igual hace poco
- Te habrás confundido de mudo
- ¿No vas a convidarme nada para comer? – dijo Raiden, mientras se limpiaba los ojos con sus manos, se sentía cansado.
- No creo que sea conveniente, comer inmediatamente luego de ingerir la paralizadora, podría provocar efectos muy malos.
- ¿La qué? Dijo y empezaba a ver borroso
- ¿No te das cuenta? Estuviste buscando toda la semana algo que se te había escapado, alguien de adentro que había copiado tus llaves, y ahora esa misma persona te puso la droga en el vaso. – San Juanino pateó al Detective dejándolo en el suelo
- ¿Lauty? ¿Por qué? – dijo sin poder pararse
- No lo sé, deberías preguntárselo a él, yo solo te cuento la situación para que te sientas humillado, para que lo último en lo que pienses antes de morir sea en que fracasaste.
- ¡Soltalo hijo de puta! – Escuchó Raiden desde lejos. Era la voz de Milagros
- Esto es por mi amigo Lul – Dijo Sanjuanino apoyándole una usp con silenciador en la nuca al Detective que estaba en el suelo sin poder mover nada más que sus ojos y apenas su boca.
- Alguien de la patrulla nostalgia te va a agarrar – dijo en voz baja
- No vas a ser vos – respondió y gatilló esparciendo los sesos del Detective.

30/01/2018
Hasta el día de hoy se desconoce el paradero de Mili.
El cuerpo de Raiden fue encontrado por Prince en la propia casa del detective.
Tydo no volvió a tomar una gota de alcohol.
Lauty fue acusado y probado como traidor, cómplice de asesinato, y condenado a 60 años de cárcel.
Sanjuanino huyó del país
Ricardo Tehnickz sigue haciendo sus negocios con normalidad
Barney Gomez murió de sobredosis
Prodigy aún no salió del hospital
Teqa volvió a los negocios de la construcción y compró un par de departamentos con el dinero de las drogas.