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Historia - Capitulo 1


Tetsu

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Holap, desde hace tiempo he estado escribiendo una historia, la cual no tiene nombre (no se me ocurre nada jaja, si se les ocurre algún nombre pueden comentarlo y si me gusta puede que lo use), nunca la he compartido con nadie, pero en esta ocasión quiero hacerlo, espero les guste.

Capítulo 1 – El héroe del pueblo

La noche era helada, una suave y fría brisa recorría todo el lugar, sin embargo, como era costumbre, tras una ardua batalla, los soldados festejaban su victoria bebiendo y riendo dentro de la taberna del pueblo.

Tyron un hombre de más de dos metros de altura, con una densa barba y un corto cabello negro, quien portaba una pesada armadura que cubría su imponente físico, junto a sus dos armas, dos grandes hachas, colocadas en su espalda, con su grave voz charlaba con su mejor amigo y líder Lorcan, un hombre con un menor tamaño que Tyron, quien portaba una armadura liviana pero resistente, una espada enfundada en su cintura, su cabello era oscuro y cubría parte de su frente, una pequeña barba brotaba de él debido a no rasurarse por los días que estuvo fuera, y dos pendientes, uno en cada oreja, su voz era menos ruidosa y más calmada que la de Tyron

—Jajajaja y la basura me dijo “Será mejor que no te metas conmigo”, y sabes que es lo peor, que me lo dijo seriamente, con una cara egocéntrica. La mejor parte fue cuando Jean llegó y me dijo Tyron es mejor irnos, hubieras visto la cara del perdedor al escuchar mi nombre jajajaja, parecía que sus ojos saldrían de su lugar jajajaja, así que aproveché el momento y le dije “La próxima vez que me faltes el respeto, te cortaré la lengua y se la daré comer a tu hermano” el pobre chico se orinó del susto jajajaja. Ay ay, mi estómago, fue un gran espectáculo—

 —Jum, no era necesario que lo asustaras de esa forma—

—Claro que sí, los chicos de ahora tienen que aprender a respetar— —¡Cantinero! Una más—

—Claro, acá está señor— decía el cantinero mientras entregaba el tarro de cerveza

—Dale una más a este tipo aburrido, quizá con eso deje su seriedad de un lado—

—Enseguida— y rápidamente el cantinero sirvió la cerveza en el tarro y lo entregó

—Y bueno Lorcan, ¿ahora que sigue? La misión fue terminada con un rotundo éxito, ¿Qué harás ahora? —

—La verdad, estaba pensando en cuidar a mi familia. Janus y Rowan ya están creciendo y siento que no les he dedicado el suficiente tiempo— Dijo Lorcan mientras daba un trago a la cerveza —Ni siquiera me percate cuando crecieron tanto—

—Esa es tu decisión, no me entrometeré en eso—

—Graci—

—Por otra parte, yo seguiré mi viaje en busca de una damisela que pueda satisfacerme jajaja—

Lorcan seguía tomando y sonreía escuchando hablar a su mejor amigo. Las horas pasaban, las personas se retiraban, Lorcan y Tyron seguían disfrutando de la victoria al ritmo de los tragos, la media noche llegó y el bar cerró

—Aaaah creo que bebí mucho—

—Siempre haces lo mismo, y siempre soy yo el que termina con la peor parte—

—Vamos Lorcan no es tan malo, así compartes más tiempo con tu mejor amigo—

—Arrastrarte hasta tu casa no es compartir tiempo, además, que has comido, estás mucho más pesado que antes—

—Ah, puede ser que la comida de la anciana me haya engordado un poco—

—¿Un poco?

—Bueno, quizá mucho, pero no es mi culpa, la anciana vende una comida maravillosa—

—Se se, pero aprende a controlarte—

—Ya deja de quejarte y llévame a mi casa—

—Tu maldito estúpido, usa tus piernas y camina—

A pesar que Tyron era un tipo mucho más grande que Lorcan, este lo cargaba sin problemas, la fuerza de Lorcan era abismal…

—Listo estúpido, esta es tu casa, vete y duerme—

—Se lo agradezco señora—

Dijo Tyron mientras cerraba la puerta de su casa, Lorcan siguió su camino, por la desolada calle, bajo la luz de la luna y con la suave y helada brisa chocando con su cuerpo. Al llegar a su casa, abrió la puerta y entró, todo estaba en silencio, por lo que muy cuidadosamente cerró la puerta para no hacer sonido alguno, subió las escaleras y entro a su habitación, donde su esposa lo esperaba dormida en la cama, Lorcan se recostó y automáticamente se hundió en un profundo sueño.

Al día siguiente

Tras cada victoria el alcalde del pueblo un pequeño anciano con una barba y cabello blanco debido a su edad, daba una conferencia en la plaza, muchas personas se involucraban para armar la tarima, y dejar todo listo para que el alcalde diera su discurso, el cual no se hizo esperar y por medio de las personas dio aviso a todo el pueblo

El alcalde comenzaba diciendo —Desde muchos años atrás, desde antes que yo naciera, el pueblo ha estado en constante guerra, una tras otra, pueblo contra pueblo, incluso, hace poco tiempo el pueblo fue esclavizado y todas las personas eran sometidas a trabajar y obedecer, pero un día, armados de valor y dispuestos a morir en el intento, hombres y mujeres se levantaron y comenzaron a pelear para liberar el pueblo, en esa guerra murieron muchas personas, hombres, mujeres, ancianos e incluso niños dieron su vida por la libertad, el pueblo se vio superado en número y parecía que todo estaba perdido, pero fue en ese entonces cuando ese hombre apareció, él y su equipo vinieron a nosotros como unos héroes, como nuestros salvadores y derrocaron a los malvados del reino y liberaron al pueblo de la esclavitud—

Mientras el alcalde daba su discurso, las personas comenzaban a acercarse a la plaza para escuchar más de cerca todo lo que decía

—Esos mismos hombres, fueron a combatir para que la guerra no nos alcanzara y nuevamente, ellos ganaron, sin una sola baja, fue ¡una victoria en todo su esplendor! —

—Ya silencio hombre—

Una persona misteriosa había subido al escenario y había colocado su espada en el cuello del alcalde

—Guardias— gritaba rápidamente el alcalde al sentir la amenaza

—¿Guardias? ¿Que acaso no ves que todos están muertos? —

La multitud comenzaba a entrar en pánico al ver la situación

—Escuchen, si no quieren que la cabeza de este viejo decrépito llegue rodando a sus pies, más les vale calmarse y escucharme. Mi nombre es Luks y vengo del reino del norte, reino que tenía en su propiedad el pueblo que ustedes acribillaron, todos los recursos fueron saqueados, todos nuestros soldados fueron aniquilados, por lo tanto, de ahora en adelante, ustedes fungirán como nuestros esclavos, trabajaran para nosotros, cultivaran y nos darán todo, si es que no quieren—

Tyron hacía acto de presencia y gritaba —Cállate, tú no tienes ningún derecho de venir aquí y creerte dueño y señor de este pueblo—

Mientras Tyron hablaba, un soldado del reino le entregaba un cartel a Luks con la cara de Tyron

—Así que tú eres uno de los que destruyeron el pueblo—

—Sí lo soy, ahora porque no te enfrentas ante mí— gritaba Tyron mientras avanzaba con hacha en mano

 —Quieto, ¿Acaso no ves la situación? Si das un solo paso más la cabeza de tu amado alcalde comenzará a rodar—

—Mierda, con mi velocidad no puedo llegar antes de que corte— Pensaba Tyron mientras lentamente se detenía

—Así que arrodíllate y adora a tu nuevo gobernador—

—¿Arrodillarnos ante ti? Pero que mierda estás diciendo, jamás me arrodillaré ante un hombre que ni siquiera puede sujetar la espada—

Se escuchaba desde atrás de la multitud, al ritmo de las palabras, una figura se acercaba cada vez más a la plataforma donde estaba Luks y el alcalde

—Ya era hora— decía Tyron

—Te daré tres segundos para que sueltes al viejo o tu brazo será separado de tu cuerpo—

—¿Quién demonios crees que soy? ¿Acaso crees que estoy jugando? —

—Uno—

—Más vale que te detengas o esta espada le cortará el cuello a este viejo de mierda—

—Dos—

—Ahora este pueblo y tu pertenecen al reino del nor—

—Tres—

Una correntada de aire incomodó a toda la multitud, un corte y un golpe en seco, se escuchó arriba de la plataforma, como si algo hubiese caído en el suelo

—Te lo dije—

Con una velocidad inigualable, Lorcan había cortado el brazo de Luks quien gritaba de dolor mientras la sangre corría por toda la plataforma

—Ahora dime, ¿Quién te envió? — dijo Lorcan mientras sujetaba y presionaba el cuello de Luks frente a la multitud

Sin poder hablar por la presión en el cuello Luks dijo —El rey—

—Le mandaré un mensaje a ese tal rey tuyo—

Lorcan sujetó su espada nuevamente y atravesó el cráneo de Luks con ella, para luego retirarla y hacer volar el cuerpo de Luks hacia los soldados que lo acompañaban.

—Vayan y díganle a su rey que mientras yo esté acá, nadie podrá dañar este pueblo—

Los saldados comenzaron a correr cargando el cuerpo de su líder y la multitud comenzó a gritar y adorar a Lorcan

—Se encuentra bien alcalde—

—Sí, si, muchas gracias— el alcalde se acercaba a la multitud y gritaba —nuevamente nuestro héroe nos ha salvado—

Lorcan bajaba de la plataforma y todas las personas pasaban a saludarlo y agradecerle por su valentía

—Y otra vez haces una de tus entradas épicas— decía Tyron mientras abrazaba a su amigo

—Vamos, eso es parte del juego, si no hay entrada, no hay victoria—

—Sí, yo no pude hacer nada—

—Claro, si cada vez estás más gordo, jamás podrás igualar mi velocidad—

—Pero tú no podrás igualar mi fuerza—

Ambos amigos continuaban charlando y riendo mientras avanzaban por las calles del pueblo...

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