Los cinco fallecidos de la trágica fiesta electrónica en Costa Salguero

Los fallecidos tenían entre 20 y 25 años. Además hay otros cinco intoxicados que permanecen internados

Lo que se suponía que debía ser una fiesta tuvo un desenlace dramático. Miles de personas asistieron a la primera jornada de Time Warp, que se realizó en Costa Salguero, pero entrada la madrugada el festival se vio sacudido por la intoxicación de al menos diez personas.

Si bien todavía no hay precisiones sobre la sustancia que les causó la muerte, según la agencia Télam, los primeros análisis realizados a las personas internadas "muestran consumo de drogas de diseño similares al éxtasis y algunos internados presentan quemaduras internas, producto de los altísimos estados febriles".

El saldo total fue de cinco jóvenes muertos, presumiblemente por el consumo de alguna sustancia tóxica. Una misma cantidad permanece hospitalizada, y el titular del SAME Alberto Crescentiinformó que se encontraban en grave estado. Algunos en coma.

Fueron identificados como Nicolás Becerra, Francisco Bertotti, Bruno Boni, Martín Bazzano y Andrés Valdez. 

Francisco Bertotti, de 21 años, vivía en Pilar y estudiaba Ingeniería Informática en la Universidad de El Salvador. En sus perfiles de redes sociales se reconocía hincha de River.

 Bruno Boni tenía 21 años. Había estudiado Diseño Gráfico en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata. Comentarios de personas que se hicieron eco de su fallecimiento indicaban que era DJ, y en algunos círculos se identificaba como Max Steel, nombre que alude a una serie de animación de ciencia ficción.

Andrés Valdez tenía 23 años, era de Paraná, vivía cerca del Parque Gazzano y tenía gran afición por la música electrónica. Era DJ y según las fotos de su perfil de Facebook había participado de fiestas conocidas del estilo, como Creamfields.

Nicolas Becerra otra victima, 25 años. 

La última víctima es Martín Bazzano, de 22 años. Bazzano vivía en Montevideo, Uruguay, con sus padres y su hermana. Trabajaba como asistente contable en una consultora privada.

Era hincha de Peñarol y de Dublin Football Club (vivió dos años en esa ciudad europea). Junto a un grupo de amigos del secundario, Bazzano organizó el viaje a Buenos Aires para asistir al festival. Murió la mañana del sábado en el Hospital Fernández. Su fallecimiento conmocionó a familiares y allegados, que optaron hacer silencio ante el dolor. 

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