Lorena Pronsky - Decile que no la amás.

Decile que no la amás. Que no soñás con morirte al lado de ella.
Que en la foto de tu sueño no es que no la ves, sino que ni te la imaginás.
   Avivala, Explicale que tu ausencia es por desamor y no por miedo. Que tu corazón no bombea su nombre. Hacele entender que su intuición se equivoca. Que lo que no decís es porque no lo sentís. No porque no te animás. Rompele el sueño de hadas. Que se entere que vos no sos Peter Pan. Que no viniste a rescatarla de este mundo.
   Avisale. Contale que vos cerraste este cuento hace rato. Pedile que siga sin vos. Asegurale que no tenés nada para darle. Que no se te canta regalarle, ni siquiera, el tiempo que te sobra. Matala con las palabras. Con el desprecio y la indiferencia. Terminale esa agonía de una vez. Necesita que le grites la verdad en sus ojos y que entienda, a la fuerza, que no te importa nada. Dejala libre. Pedile que no te llame más. Pedíselo porque no entiende.
   Terminala con este tango de cuarta y decile que ni se te cruza regalarle un domingo en tu vida. A ver si entendés. Dejá de mentirle. Necesita morirse de dolor porque solo así puede renacer. A mí no me escucha. Ayudala que sola no puede. Se va romper solo por un rato. Yo la conozco. Se va a meter en la cama, se va a hundir ahí adentro hasta ahogarse en sus lágrimas y después va a salir reciclada, como hizo siempre. Terminá lo que empezaste. Su amor la confunde. Está equivocada.
   Tiene que salir de vos. Sacátela de encima. Porque ella esta acá y tu amor esta allá. Sé claro de una vez. Sin filtro. No le dejes una falsa puerta abierta de donde pueda agarrarse. Dame una mano. Se real. Sé que no te la hago fácil. Lo sé. Pero ponete en mi lugar. Yo la quiero todo lo que vos no podés. Y siento que se me muere en las manos y no se qué hacer. Metete el ego en el bolsillo. Alimentate con otra cosa y no de su amor. Porque la vaciás. La estás dejando sin nada. Los dos sabemos que lo único que te importa es recibir. No te importa qué, ni de quién.
Sé cruel. No le tengas piedad. No la tengas en pausa. Dejala vivir. Soltala. No seas cobarde. Vos soltala, que de lo que sigue me encargo yo.

Lorena Pronsky