MaaxiCentral Publicado 15 de septiembre del 2014 Denunciar Publicado 15 de septiembre del 2014 Esta vez sí Marcos Maidana no podrá escudarse en quejas ni en reproches de ocasión. Tampoco tendrá derecho a pedir otra chance. Esta vez sí Marcos Maidana no podrá escudarse en quejas ni en reproches de ocasión. Tampoco tendrá derecho a pedir otra chance. La revancha contra Floyd Mayweather se encargó de mostrar el océano de distancia que separa a un boxeador de otro planeta con uno guapo por donde se lo mire, pero sencillamente terrenal. Los jueces fueron claros para marcar la diferencia y vieron ganador al norteamericano por 115-112 y las otras dos tarjetas 116-111. El gran Floyd retuvo los títulos welter y superwelter de la AMB y CMB. Pero, al fin de cuentas, estos son meros números, fríos datos de otra noche volcánica en el MGM de Las Vegas. Que sólo sirven para encuadrar una pelea que siempre le quedó lejísima a Maidana. En realidad, nunca la tuvo cerca el Chino. Porque nunca encontró a su rival. Siempre debió moverse a remolque de lo que quería Floyd. Por eso hubo algunos rounds en los que el campeón lo hizo jugar con su habitual maestría al juego del gato y el ratón. El pasaje que mejor retrató la impotencia en la que había caído el santafesino fue ese octavo asalto que disparó la polémica por una presunta mordedura del Chino al guante izquierdo del campeón. Incluso, otro árbitro más riguroso, podría haberlo descalificado y nadie habría tenido derecho al pataleo.En el boxeo poco importa quién tira más golpes. A veces, lo esencial es invisible a los ojos. De hecho, como en el combate del mayo pasado, Maidana lanzó más que Mayweather. Pero también pegó mucho menos. El dominio psicológico de la pelea siempre lo tuvo Floyd. Se boxeó cómo quiso él. Y Maidana se entregó dócilmente a la movilidad de piernas y al oficio del campeón. El Chino prácticamente no lo pudo acorralar y fueron contados con los dedos de las dos manos los voleados o rectos de derecha que terminaron en el rostro del estadounidense. La única vez que el combate amenazó con cambiar de rumbo fue en el tercero cuando el Chino lo impactó de lleno y Floyd dio señales de estar conmovido. Pero todo se diluyó entre el sonido de la campana y la capacidad estratégica del campeón para absorber la trompada y empezar a bailotear en el cuatro como si nada hubiera pasado.Esa mano heroica a la que apostó Maidana nunca llegó. La ilusión de destronar a uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos nunca cruzó la frontera del deseo. Esta revancha no sólo le sirvió para engordar su cuenta bancaria con varios millones de dólares, sino para darse cuenta de que nunca le ganará a Mayweather. Tuvo dos peleas y la historia fue la misma: siempre se boxeó como quiso el campeón. http://www.lacapital.com.ar/ovacion/La-frustracion-de-Maidana-el-Chino-no-puede-con-Floyd-Mayweather-20140915-0002.html AgustiNN reaccionó a esto 1
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