Seis películas con las que vas a perder la cabeza

En estas historias, el protagonista de a poco se vuelve loco. ¿Conocés más?

Hay algo en las historias de lunáticos que nos encanta. Cuando el protagonista va convirtiéndose en un antihéroe complejo, el relato nos seduce desde otro lugar, y es por eso que decidimos elegir algunas películas en donde se nos muestre claramente la enajenación de la mente. ¿Las vieron todas? ¿Cuál otra recomiendan?

Una Mente Brillante (A Beautiful Mind)

Russell Crowe nos da una de las mejores interpretaciones de su carrera al ponerse en los zapatos de John Forbes Nash Jr, un matemático que después de desarrollar la teoría del equilibrio flashea groso. Su punto de locura llega cuando literalmente le pide a sus alucinaciones que desaparezcan, pretendiendo que le hagan caso.

Corazón Satánico (Angel Heart)

Alan Parker dirige un fino ejemplo de cómo un crimen puede volver loco a un detective. Mickey Rourke investiga un caso relacionado con el budismo y el mismísimo diablo. La locura total se alcanza en un acto sexual en el que empieza a brotar sangre de las paredes.

El Club de la Pelea (Fight Club)

Si de personajes que se van enajenando hablamos, Edward Norton acá se lleva los laureles. Detrás de una crítica al consumismo capitalista, David Fincher nos da una historia cuya locura explota en la personificación de Tyler Durden.

En la Boca del Miedo (In the Mouth of Madness)

Una de las mejores películas que muestran un relato dentro de otro. Sam Neill tiene que encontrar a un escritor desaparecido, y sin darse cuenta empieza a ser parte de la última obra del autor.

La Isla Siniestra (Shutter Island)

Otra de las finezas que nos regalaron Martin Scorsese y Leo DiCaprio. El detective que llega a una isla en donde funciona un hospital psiquiátrico quizás no sea todo lo que cree ser. O quizás sí.

El Maquinista (The Machinist)

Sin dormir por un año, Trevor (Christian Bale) empieza a tener alucinaciones heavys. Tan loquito termina que le arranca un brazo a un compañero en la fábrica y culpa a uno de sus amigos imaginarios.

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